Un hospital israelí fue alcanzado por un misil lanzado por Irán.
Un nuevo ataque con misiles balísticos golpeó al Hospital Soroka en Beersheva, al sur de Israel. La ofensiva, ocurrida en el séptimo día del conflicto con Irán, provocó indignación internacional y dejó decenas de heridos.
Tras un breve período de relativa calma, Israel volvió a despertar en medio del estruendo de las alarmas antiaéreas. A las 7 de la mañana de este jueves, una nueva oleada de misiles balísticos disparados desde Irán impactó directamente en varias zonas del país, incluyendo por primera vez un hospital: el Soroka Medical Center, ubicado en Beersheva, al sur del país.
El impacto sobre el centro médico —uno de los más importantes del Negev— provocó escenas de caos, humo negro y destrozos, mientras los servicios de emergencia evacuaban pacientes y asistían a heridos. Según reportes oficiales, al menos tres personas sufrieron heridas graves, dos más presentan lesiones moderadas y unas 60 personas fueron atendidas por esquirlas o traumatismos sufridos en la carrera hacia los refugios.
La ofensiva también alcanzó zonas residenciales en Ramat Gan y Holon, suburbios de Tel Aviv, donde se registraron daños significativos en edificios y se informaron al menos cinco heridos de gravedad.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó el ataque en sus redes sociales y prometió una dura respuesta: «Los tiranos terroristas de Irán pagarán por cada crimen cometido contra nuestro pueblo». En el mismo tono se expresó el viceministro de Asuntos Exteriores, Sharren Haskel, quien calificó el ataque como «criminal, deliberado y contra un objetivo civil», en referencia directa al hospital atacado.
Desde el Hospital Soroka confirmaron que el antiguo edificio quirúrgico fue uno de los sectores más afectados, aunque había sido evacuado poco antes del impacto. Personal médico, pacientes y voluntarios se vieron envueltos en escenas de angustia, mientras continuaban con la asistencia sanitaria bajo extrema presión.
Las imágenes que circularon por medios locales y redes sociales mostraban vidrios rotos, techos colapsados y columnas de humo que volvían a recordar los peores momentos del conflicto en octubre de 2023, cuando el hospital también fue clave en la atención de víctimas del ataque de Hamas.
La condena internacional no tardó en llegar. El presidente de Israel, Isaac Herzog, compartió un emotivo mensaje en el que denunció que «un bebé en cuidados intensivos, una madre junto a su cama, un anciano en una residencia fueron blanco del ataque». También destacó el rol del hospital como símbolo de convivencia, donde «judíos y árabes trabajan codo a codo por la salud de todos».