Ucrania sufre un nuevo ataque masivo de Rusia: hubo al menos tres muertos y casi 50 heridos

Zelenski denunció que más de 400 drones y 45 misiles fueron lanzados contra distintas regiones del país. Es la ofensiva más grande desde que Ucrania atacó una base aérea rusa el domingo pasado.

Una nueva ola de bombardeos sacudió Ucrania durante la noche del jueves, con un saldo trágico: al menos tres personas murieron y otras 49 resultaron heridas, según confirmaron las autoridades locales. Se trata de uno de los ataques más intensos de los últimos meses, con un despliegue combinado de drones y misiles lanzados por Rusia sobre diversas regiones del país.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, repudió el hecho a través de sus redes sociales y brindó detalles sobre la magnitud del ataque: más de 400 drones —tanto de ataque como señuelo— y 45 misiles fueron utilizados en la ofensiva. Aunque las defensas aéreas lograron derribar 199 drones y 36 misiles, varios de los proyectiles impactaron en zonas residenciales, afectando a al menos 13 localidades, mientras que otras 19 sufrieron daños por la caída de restos de los objetos interceptados.

Entre las víctimas fatales se encuentran tres miembros de los servicios de emergencia, que murieron mientras respondían a los bombardeos en Kiev. Las regiones afectadas por los ataques incluyen Volinia, Leópolis, Ternópil, Sumi, Poltava, Jmelnitski, Cherkasy, Cherníguiv y la capital ucraniana.

Zelenski calificó el episodio como una muestra más del «terrorismo de Estado» que —según sostiene— lleva adelante Moscú, y renovó su pedido a la comunidad internacional. «Rusia debe pagar por esto. Es momento de actuar con firmeza. Estados Unidos, Europa y el mundo deben detener esta guerra con presión real», expresó. También advirtió que postergar decisiones o mostrarse pasivos equivale a complicidad.

El bombardeo ocurre pocos días después de que Ucrania realizara una ofensiva contra una base aérea rusa, en la que, según fuentes locales, fueron destruidas decenas de aeronaves militares. En ese contexto, analistas interpretan el ataque ruso como una represalia directa y una escalada en la intensidad del conflicto.