Taxistas y Remiseros se manifestaron en contra de UBER y DIDI.
Taxistas y remises se autoconvocaron para cortar las calles sanjuaninas, pese a la lluvia, con el fin de hacer oír su reclamo en contra de los transportes truchos.
A pesar del inclemente clima, con una persistente lluvia que cubrió las calles sanjuaninas, el sector de taxis y remises mantuvo firme su protesta, generando un corte total de calles en diversos puntos de la capital. La medida, que había sido pactada días atrás, busca visibilizar la desesperante situación económica que atraviesan los trabajadores del volante, quienes denuncian una competencia desleal por parte de transportes «truchos» y exigen una reunión urgente con el gobernador.
«No estamos contra las aplicaciones, sino contra los autos particulares ilegales que andan sin logo ni habilitación», explicó hace unos días a DIARIO HUARPE uno de los conductores que participó en la movilización. La distinción es clara: el reclamo no apunta a las plataformas de transporte legal, sino a aquellos vehículos que operan sin cumplir con las normativas vigentes. «A nosotros nos exigen carnet profesional que sale $100.000 cada dos años, seguros especiales y revisiones técnicas, mientras ellos trabajan sin ningún requisito», sentenció el manifestante, evidenciando la desigualdad de condiciones.
El descontento del sector se basa en la falta de fiscalización sobre estos vehículos «pirata». «Pagamos $4.000 diarios de frecuencia, $60.000 mensuales de licencia, seguros contra terceros… ¿y ellos? Nada. Nos sacan los pasajes y encima no tienen gastos», sostuvo otro manifestante, graficando el impacto directo en sus ingresos.
La situación se agrava por los elevados costos de mantenimiento que deben afrontar las unidades habilitadas. «Una cubierta vale $130.000, los talleres son carísimos, y con lo que nos queda después de pagar alquileres y obligaciones, no alcanza», relataron los trabajadores, quienes afirman que esta realidad los ha llevado a un punto crítico.
Según los protestantes, muchos ya no logran cubrir los gastos básicos para operar. «Ya no llegamos a cubrir el alquiler del vehículo. Los dueños nos suben el precio (entre $56.000 y $60.000 mensuales), mientras los ilegales nos quitan los pasajes», denunciaron, pintando un panorama desolador para sus finanzas. Incluso, los conductores aseguran haber visto vehículos antiguos, como Renault 12 y Fiat 147, realizando servicios de transporte de pasajeros en zonas clave. «El domingo vimos un 147 levantando pasajes en la terminal. Lo seguimos y comprobamos que era un particular. ¿Dónde está el control?», cuestionaron, evidenciando la impunidad con la que, aseguran, operan estos transportes.
La protesta se mantendrá firme, según advirtieron los manifestantes, hasta que sean recibidos por el gobernador de la provincia. «Queremos que el Estado actúe. Si no los van a sacar, que al menos les exijan lo mismo que a nosotros: carnet profesional, seguros, inspecciones. No puede ser esta desigualdad», finalizaron, exigiendo una solución concreta a su problemática.