Se firmó el convenio para la continuidad de la Autopista San Juan-Mendoza y es una muy buena noticia.

Marcelo Orrego dio el puntapié inicial para retomar la obra de autopista en la Ruta 40 Sur, en el tramo entre Tres Esquinas y Cochagual.

Con la firma del Acta de Entendimiento para el Inicio de Obra Ruta 40 Sur entre Vialidad Nacional y el Gobierno de San Juan, se dio este viernes un paso fundamental para reiniciar la esperada obra que quedó en veremos hace alrededor de 4 años. Se trata de uno de los tramos que se convertirá en autopista en la conexión de San Juan con Mendoza. Más precisamente el ubicado en Sarmiento, que une a las localidades de Tres Esquinas con Cochagual.

Si todo sale como está previsto, podría empezarse a trabajar en la ruta durante septiembre próximo y como el plazo estipulado es de dos años y medio, podría estar lista para el primer semestre de 2027.

El acto fue encabezado por el gobernador Marcelo Orrego, quien destacó la importancia de la obra para la provincia. Además estuvo presente el titular de la Delegación local de Vialidad Nacional, Enrique Manni, y representantes de la Empresa UTE Ivica Dumandzic y Semisa; quienes llevarán a cabo la obra.

Este día es muy esperado porque refleja que se logró destrabar un proceso que llevaba años en ascuas y que tiene en foco un sueño vial como es transformar todo el trayecto de la Ruta 40 al Sur, entre Pocito y el límite interprovincial, en una autopista, con una estética similar al Acceso Norte en Capital-Chimbas hasta Albardón y el trayecto pocitano entre Calle 5 y Calle 8, ambos logrados en los años recientes.

En este caso, se retoman las obras para terminar uno de los dos tramos que quedaron a medio hacer. Se logró relicitar el que comenzará ahora, en Sarmiento, a lo largo de 26 kilómetros. El que quedará pendiente es el que está entre Cochagual y Calle 8, que está gestionándose.

Todo se complicó cuando entre fines de 2019 y principios de 2020 la empresa que empezó a hacer ambos tramos, la mendocina Green, se declaró en convocatoria de acreedores y dejó abandonadas las obras. Fue un entramado legal complejo el que tuvieron que sortear las autoridades de la época, del Gobierno Provincial y Vialidad Nacional. Durante la pandemia, en esta última repartición, se logró acordar la rescisión del contrato con la empresa, que incluso reclamaba algunos pagos, dejando allanado el camino para relicitar.

El tramo sarmientino logró relicitarse en 2022 e incluso adjudicarse durante 2023. El 24 de noviembre del año pasado se refrendó el financiamiento de la futura autopista con la participación fundamental del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mediante un crédito. Pero la obra nunca se pudo comenzar, en medio de las complicaciones por la falta de apoyo nacional a la obra pública. Orrego gestionó con la administración de Javier Milei y consiguió el OK para el crédito con el BID, para el que Nación oficia como una especie de garante.

Así se llegó a esta firma fundamental para poder avanzar de una vez por todas, ya que fueron varias las ocasiones en que se anunciaron estas obras y aparecieron complicaciones. Estos trabajos generan una fuerte expectativa, tanto por su utilidad en la conectividad vial como en los puestos de trabajo que generará.

Para esta operatoria el financiamiento de la obra estará a cargo del BID que cubrirá el 93% del costo total, mientras que la Dirección Nacional de Vialidad aportará el 7% restante. El monto estimado de la obra, con valores a julio de 2022, asciende a $10.997.301.806,14, y se prevé un plazo de ejecución de treinta meses.

Cómo será la autopista

Para darse una idea de cómo quedará la autopista en el tramo Tres Esquinas-Cochagual se puede mirar las construcciones sobre la misma Ruta 40, en el tramo de Pocito entre Calle 5 y Calle 8 o en el acceso por el Norte, en Chimbas. La fisonomía de la vía quedará transformada de manera similar.

El trazado existente une las ciudades de Mendoza y San Juan, siendo esta la principal vía de comunicación vial utilizada fundamentalmente por el tránsito nacional e internacional que se desplaza por la Región de Cuyo en dirección Sur-Norte, formando parte de uno de los corredores más importantes de la República Argentina.

La obra proyectada posee características de autopista con dos carriles por sentido de circulación, con banquinas pavimentadas y control total de accesos, desarrollada en un entorno rural de llanura y considerando una velocidad directriz de 120 km/hora, previendo la ejecución de colectoras con estructura enripiada y pavimentada, con dársenas de detención, refugios y pasarelas peatonales para el servicio de transporte interurbano de pasajeros.

Lo que se busca mejorar con este proyecto son las condiciones de circulación, dando más seguridad. Para ello se propone un separador físico entre los distintos sentidos de circulación; además se prevén tres intersecciones en distinto nivel, siendo los accesos o salidas desde las calzadas principales materializados por ramas.

Con el resto de las calles que actualmente interceptan la Ruta 40, se proponen accesos a las colectoras de manera que el tránsito se canalice por las mismas hasta el sitio donde pueda ingresar o cruzar en forma segura y confortable a la autopista.