El Gobierno fijó el nuevo salario mínimo en $317.800 desde julio: sigue sin alcanzar la canasta básica
El aumento fue oficializado sin acuerdo en el Consejo del Salario. Aunque mejora en términos nominales, el SMVM sigue lejos de cubrir los gastos esenciales y afecta a programas sociales, jubilaciones y becas.
El Gobierno nacional oficializó un nuevo aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) que se aplicará desde el 1° de julio, llevando el monto a $317.800 mensuales. La medida fue dispuesta mediante la Resolución 5/2025, publicada en el Boletín Oficial, y forma parte de un esquema de incrementos escalonados que se extenderá hasta agosto de 2025.
El nuevo valor fue fijado sin acuerdo en el Consejo del Salario, órgano tripartito que reúne a representantes del Gobierno, las cámaras empresarias y los sindicatos. Según el documento oficial, «la falta de consenso predominó en las mesas de trabajo», motivo por el cual el Ejecutivo procedió a aplicar el aumento de manera directa, tal como estaba previsto en caso de desacuerdo.
Subas ya confirmadas para el SMVM 2025:
1° abril: $302.600
1° mayo: $308.200
1° junio: $313.400
1° julio: $317.800
1° agosto: $322.000
Impactos múltiples en jubilaciones, planes sociales y becas
El salario mínimo no solo actúa como base legal para los trabajadores formales, sino que también determina el acceso a múltiples programas sociales y prestaciones estatales.
Entre los afectados, se encuentran los jubilados del SIPA sin moratoria, quienes por ley deben recibir el equivalente al 82% del SMVM. Sin embargo, este adicional solo se activa si el salario mínimo supera el haber previsional, algo que no ocurre actualmente, según señalaron especialistas en Seguridad Social.
El ajuste también actualiza automáticamente la prestación por desempleo, cuyos montos están atados al SMVM. A su vez, el ingreso familiar máximo para acceder a las Becas Progresar se fijó en tres veces el salario mínimo, alterando el umbral para nuevos beneficiarios.
Asimismo, el SMVM funciona como referencia para topes e ingresos mínimos en diversos planes sociales, lo que obliga a recalibrar criterios de elegibilidad y genera incertidumbre entre sectores vulnerables que dependen de la asistencia estatal.
Sigue lejos de la canasta básica
Pese a la actualización, el nuevo salario mínimo cubre apenas un 37% de la canasta básica total, que en mayo superó los $850.000 para una familia tipo, según datos del INDEC. Esto deja en evidencia la pérdida sostenida del poder adquisitivo, que golpea especialmente a los trabajadores no registrados y a quienes dependen del salario mínimo como única fuente de ingresos.
Críticas y advertencias
En este contexto, diversas organizaciones sociales y sindicales expresaron su preocupación por el bajo nivel del salario mínimo. Denunciaron que el aumento es insuficiente frente a la inflación y reclamaron una recomposición que permita al SMVM recuperar su función como ingreso vital y referencia de justicia social.
También alertaron sobre la posibilidad de un aumento en los conflictos sociales, dada la creciente brecha entre ingresos reales y necesidades básicas.
Mientras tanto, en el ámbito laboral, el nuevo piso salarial impactará en las negociaciones paritarias, especialmente en aquellos gremios con menor capacidad de presión, aunque muchos convenios colectivos ya superan ampliamente ese valor.